miércoles, 29 de mayo de 2024

Un vecino nuestro sigue alborotado

Imagen de la superficie de Venus generada mediante computador, muestra el volcán Sif Mons, que exhibe señales de intensa actividad. Imagen NASA/JPL


Muy cerca de la Tierra hay un cuerpo que tiene volcanes activos que emiten flujos de lava sobre la superficie. Sí, es el planeta Venus, de tamaño similar al nuestro aunque muy caliente y con una atmósfera venenosa, planeta que a veces llega a estar a solo 38 millones de kilómetros de nosotros aunque la mayor parte del tiempo está más alejado.

Entonces ¿cómo se detectó esa actividad volcánica? 

Científicos revisaron datos de la sonda Magallanes de la Nasa, que entre 1990 y 1992hizo un mapa con radar del 98 % de la superficie venusina (el planeta es cubierto por una densa atmósfera que no permite la observación directa). Ahí detectaron que en ese momento había actividad volcánica. Observaron en los análisis flujos de lava en dos sitios. Esto sugiere que es tan activo en volcanes como la Tierra, afirma Davide Sulcanese, de la Universidad d'Annunzio en Pescara, Italia.

Los científicos estudian volcanes activos para entender cómo el interior de un planeta puede moldear su corteza, conducir su evolución y afectar su habitabilidad. El descubrimiento de volcanismo reciente en Venus otorga una mirada valiosa sobre el planeta y porqué siguió un camino evolutivo distinto al de la Tierra.

El estudio, publicado en Nature Astronomy, usó datos del radar de Magallanes que atravesó las densas nubes para hacer el mapa de la superficie.

Venus se encuentra en promedio a unos 67 millones de kilómetros del Sol y rota en sentido contrario a la Tierra. Y como curiosidad, esa rotación es lenta: mientras el día venusino es de 243 días terrestres, su año es de apenas 225 días terrestres.

En un pasado lejano pudo tener agua y condiciones de habitabilidad, pero el planeta entró luego en una fase en la que aquella se evaporó y si contiene vida todavía, pese a la temperatura de unos 475° Celsius, no se sabe con certeza. 

Hace 4500 millones de años cuando se formó el Sol era muy diferente, más débil y eso permitió la existencia de agua y condiciones parecidas a las nuestras: se encontraba en zona habitable. Pero el Sol aumentó su temperatura, calentó más a Venus y todo cambió.

Su atmósfera está compuesta más que todo de dióxido de carbono y la presión en su superficie es  90 veces superior a la terrestre.

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