En los 40 años que los seres humanos llevan viajando al espacio, los trajes que usan han cambiado muy poco. Las prendas abultadas, de presión con gas a presión les dan a los astronautas una burbuja de protección, pero su masa significativa y la presión en sí misma limitan seriamente su movilidad.
Dava Newman, profesora de Aeronáutica y Astronáutica y Sistemas de Ingeniería en el MIT, quiere cambiar eso.
Ella está trabajando en un traje liso, de diseño avanzado para permitir una movilidad superior cuando los humanos viajen a Marte o retornen a la Luna. Su BioSuit de nylon no es el traje espacial de su abuelo –es más hombre araña y menos John Glenn. "El abultado tradicional de los trajes espaciales no proporcionan la capacidad de locomoción que los astronautas necesitan para misiones con gravedad parcial. Debemos diseñar para aumentar la movilidad y la realzar la capacidad humana y robótica", dice Newman.
Newman, su colega Jeff Hoffman, sus estudiantes y una firma del diseño, Trotti y Asociados, han estado trabajando en el proyecto por cerca de siete años. Sus prototipos no están todavía listos para el viaje espacial, pero demuestran lo que están intentando alcanzar--un traje ligero, ceñido, que permitirá que los astronautas sean en verdad exploradores móviles en la Luna y Marte.
Newman anticipa que el BioSuit podría estar listo para el momento en que los seres humanos estén listos para poner en marcha una expedición a Marte, posiblemente en unos 10 años. Los trajes espaciales actuales no podrían manejar los desafíos de tal misión. El prototipo de Newman presenta una salida revolucionaria del modelo tradicional. En vez de usar la presurización a gas, que ejerce una fuerza en el cuerpo del astronauta para protegerlo contra el vacío del espacio, el traje se apoya en la contra presión mecánica, que implica envolver capas apretadas de material alrededor del cuerpo. El truco es hacer una prenda que sea ceñida pero que se estire con el cuerpo, permitiendo la libertad de movimiento.
Imagen cortesía MIT
New model
Imagen cortesía MIT
New model
In the 40 years that the human beings take traveling to the space, the suits that they use have changed very little. The BULKY, GAS-pressurIZED give astronauts a protection bubble, but their significant mass and the pressure in itself limit their mobility seriously.
Dava Newman, professor of Aeronautics and Astronautic and Systems of Engineering in the MIT, wants to change that.She is working in a smooth suit, of advanced design to allow a superior mobility when the humans travel to Mars or return to the Moon. Her nylon BioSuit it is not the spacesuit of his grandfathers - it is more manspider and less John Glenn. " The traditional bulky spacesuits does not provide the locomotion capacity that the astronauts need for missions with partial gravity. We must design to increase mobility and enhanced human and robotic capacity", says Newman.
Newman, his colleague Jeff Hoffman, his students and a local design firm, Trotti and Associates, have been working in the project for about seven years. Their prototypes are not still ready for the space trip, but they demonstrate what they are trying to get--a lightweight suit that will allow the astronauts to become truly mobile lunar and Mars explorers. Newman anticipates that the BioSuit could be ready for the moment at which the human beings are ready to start up an expedition to Mars, possibly in about 10 years. The present spacesuits could not handle the challenges of such mission.
The prototype of Newman displays a revolutionary departure of the traditional model. Instead of using gas pressurization, that exerts a force in the body of the astronaut to protect it against the vacuum of the space, the suit relies on mechanical counter-pressure that implies wrapping layers of material around the body. The trick is to make an article that is skintight but stretches with the body, allowing the freedom of movement.
Image courtesy MIT
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