domingo, 18 de marzo de 2007

A veces es tan difìcil aprender...

Uno de los mecanismos más complejos de la naturaleza es el cerebro. Y, quizás, uno de los que falta mucho por conocer. Uno de los asuntos apasionantes e intrigantes del mundo de la ciencia. Una nota para que estemos enterados de avances en distintos campos del conocimiento.

Ahora, por primera vez, investigadores las bases moleculares de la memoria en ratones.

Los números telefónicos, el modo de trabajar, el cumpleaños de nuestra madre, nuestro cerebro con su número finito de células nerviosas puede almacenar una increíble cantidad de información. Y en el fondo de la memoria yace una compleja red de moléculas.

Para entender cómo tal red actúa sobre una de las más resaltables capacidades del cerebro, es necesario identificar sus componentes y sus interacciones.

Científicos del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, en la Unidad de Biología Molecular en Monterotondo, Italia, identificaron una molécula que juega un rol fundamental en el aprendizaje.

Los órganos de los sentidos le informan al cerebro lo que sucede alrededor nuestro y las células cerebrales se comunican esta información una a la otra utilizando señales eléctricas. Estas señales se hacen más fuertes mientras más a menudo la célula experimente el mismo estímulo, permitiendo distinguir información familiar de la que es nueva. En otras palabras, una célula recuerda un evento como una señal inusualmente fuerte y duradera. Este fenómeno, llamado potenciación de largo término, se cree, es base del aprendizaje y la memoria y su base molecular está siendo investigada intensamente.

“Es difícil estudiar un proceso dinámico como la memoria en un tubo de ensayo”, dijo Liliana Minichiello, cuyo grupo trabaja en el tema.

Ellos combinaron métodos moleculares, electrofisiológicos y de conducta en un modelo de ratón sofisticado. Esta nueva aproximación les permitió, por primera vez, comenzar a diseccionar la base molecular de aquella potenciación, mientras, simultáneamente trabajaba en la memoria y el aprendizaje. Mediante genética, generaron tipos de un ratón con una versión detective de un receptor molecular llamado TrkB, que se encuentra en la superficie de las células en el hipocampo, el área del cerebro involucrada en la formación de la memoria y tradujo las señales que llegaban en respuestas celulares. Los ratones con el TrkB defectuoso, incapaces de activar un importante camino de señales involucrando la proteína PLCy, fueron incapaces de aprender. Al mismo tiempo, la potenciación de largo plazo que las células normales del hipocampo generaba en respuesta al estímulo familiar, fueron abolidas.

TrkB y el camino de señal activada de la PLCy son centrales para el aprendizaje y la potenciación. ¿Sencillo, verdad?

¡Qué tal pensar en todo esto mientras aprendemos algo!

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