Un poco de historia. En mayo 15 de 1953, Stanley L. Miller publicó un paper en Science, en el que detallaba un novedoso experimento que producía los bloques constituyentes de la vida a partir de nada más que hidrógeno, agua, metano y amoniaco.
Nadie sabía entonces cómo los compuestos orgánicos encontrados en la vida podían haberse originado en la estéril y primitiva Tierra, que Harold Urey, director de tesis de Miller, conjeturaba había surgido de nubes de polvo y que inicialmente estuvo rodeada de una atmósfera de hidrógeno, agua, amoníaco y metano, algunos de los mayores componentes del Universo.
Miller colocó agua y amoniaco en una botella con forma de globo con hidrógeno y gas metano, calentada la solución hasta el punto de ebullición y bombardeada con una descarga eléctrica para simular los rayos y las descargas en la atmósfera. A la semana, había producido una sopa o caldo molecular con aminoácidos, los bloques constituyentes de las proteínas y de la vida misma.
Todos quedaron sorprendidos con ese hallazgo. Pues bien, Miller acaba de morir.
Blocks of life
A little history. In May 15 of 1953, Stanley L. Miller published a paper in the journal Science, in which he detailed a novel experiment that produced the constituent blocks of the life from nothing else than hydrogen, water, methane and ammonia.
Nobody knew then how the organic compounds found in the life could have originated in the barren and primitive Earth, that Harold Urey, thesis director of Miller, conjectured had arisen from dust clouds and that initially was surrounded by an atmosphere of hydrogen, water, ammoniac and methane, some of the major component of the Universe.
Miller placed water and ammonia in a globe-shaped bottle with hydrogen and gas methane, warmed up the solution until the boiling point and zapped with an electrical discharge to simulate lightning and coronal discharges in the atmosphere.
Within a week, he had produced a soup or molecular broth with amino acids, the constituent blocks of proteins and the life itself.
The public was surprised. Miller, the first assistant professor of chemistry recruited to work at UCSD, continued his research into the chemical origins of life for over four decades in La Jolla.
He died last may.
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