De la competencia entre hombres por una mujer y, en últimas por conquistarla y poder aparearse con ella, se ha sabido desde siempre. Lo que se llama competencia precopulatoria.
Ahora hay un nuevo campo en el cual se investiga con intensidad: la competencia post copulatoria, en la cual el semen compite por fertilizar primero y el hombre por evitar que el semen de su rival logre su cometido.
No es mentiras. La infidelidad femenina ha sido una situación recurrente en la historia evolutiva del hombre. Prueba de esto son los celos de ellos.
Si se acepta una tasa de infidelidad del 1,7 al 29,8 que establecen diferentes cálculos, habría sido suficiente para que se produjera un cambio adaptativo en el comportamiento sexual del hombre y en su desempeño sexual.
Todd K. Shackelford y Aaron Goetz, de la Florida Atlantic University, presentaron en Current Directions in Psychological Science un artículo que resumen lo que se ha analizado hasta hoy, aunque algunos aspectos todavía no tienen pruebas concluyentes.
La competencia del esperma se presenta cuando el esperma de dos o más machos se encuentra en el tracto reproductivo de una mujer en un periodo de tiempo corto que les permita competir por fertilizar primero el huevo.
Algunas pruebas de que esto ocurre:
El tamaño de los testículos: es intermedio en el hombre en comparación con otros primates, lo que revela un nivel intermedio de infidelidad de las hembras.
Ajuste del eyaculado: el hombre puede ajustar el número de esperma antes del eyaculado como función del riesgo de competencia con el de un rival. Se ha demostrado por ejemplo cuando un hombre pasa mucho tiempo alejado de su pareja.
Desplazamiento del semen: parece que el pene tiene una forma que ayuda a barrer semen que estuviera en el tracto de su hembra, un rasgo comprobado en otras especies. El glande cumpliría esa función.
Excitación sexual: el hombre se excita más cuando observa a varios hombres copulando o intentando copular con una mujer que cuando son varias mujeres con un solo hombre.
Copulación forzada: ha sido recurrente que cuando un hombre siente que su mujer lo engaña, trata de copular con ella. Sus empujes serán más vigorosos.
Un tema apasionante que como dice Shackelford apenas comienza a ser investigado. Además, se debe reconocer que la hembra no es un receptor pasivo de semen sino que debe haber desarrollado sus propias estrategias para retener el mejor semen.
Postcopulatory
Of the competition between men by a woman and, to conquer her and being able to mate with her, it has been known. This competition is is called precopulatory.
Ahora hay un nuevo campo en el cual se investiga con intensidad: la competencia post copulatoria, en la cual el semen compite por fertilizar primero y el hombre por evitar que el semen de su rival logre su cometido.
No es mentiras. La infidelidad femenina ha sido una situación recurrente en la historia evolutiva del hombre. Prueba de esto son los celos de ellos.
Si se acepta una tasa de infidelidad del 1,7 al 29,8 que establecen diferentes cálculos, habría sido suficiente para que se produjera un cambio adaptativo en el comportamiento sexual del hombre y en su desempeño sexual.
Todd K. Shackelford y Aaron Goetz, de la Florida Atlantic University, presentaron en Current Directions in Psychological Science un artículo que resumen lo que se ha analizado hasta hoy, aunque algunos aspectos todavía no tienen pruebas concluyentes.
La competencia del esperma se presenta cuando el esperma de dos o más machos se encuentra en el tracto reproductivo de una mujer en un periodo de tiempo corto que les permita competir por fertilizar primero el huevo.
Algunas pruebas de que esto ocurre:
El tamaño de los testículos: es intermedio en el hombre en comparación con otros primates, lo que revela un nivel intermedio de infidelidad de las hembras.
Ajuste del eyaculado: el hombre puede ajustar el número de esperma antes del eyaculado como función del riesgo de competencia con el de un rival. Se ha demostrado por ejemplo cuando un hombre pasa mucho tiempo alejado de su pareja.
Desplazamiento del semen: parece que el pene tiene una forma que ayuda a barrer semen que estuviera en el tracto de su hembra, un rasgo comprobado en otras especies. El glande cumpliría esa función.
Excitación sexual: el hombre se excita más cuando observa a varios hombres copulando o intentando copular con una mujer que cuando son varias mujeres con un solo hombre.
Copulación forzada: ha sido recurrente que cuando un hombre siente que su mujer lo engaña, trata de copular con ella. Sus empujes serán más vigorosos.
Un tema apasionante que como dice Shackelford apenas comienza a ser investigado. Además, se debe reconocer que la hembra no es un receptor pasivo de semen sino que debe haber desarrollado sus propias estrategias para retener el mejor semen.
Postcopulatory
Of the competition between men by a woman and, to conquer her and being able to mate with her, it has been known. This competition is is called precopulatory.
Now there is a new field, which is being investigated with intensity: the competition post copulatory, in which the semen competes to fertilize the first and the man to avoid that the semen of its rival succeeds.
This is not a lie. The feminine infidelity has been a common situation in the evolutionary history of humans. Proof of this is the jealousy of men. If a rate of infidelity from 1.7 to 29.8 is accepted, rates that establish different calculations, this would have been sufficient so that an adaptive change in the sexual behavior of man and in its sexual performance took place.
Todd K. Shackelford and Aaron Goetz, of Florida Atlantic University, presented an article in Current Directions in Psychological Science and they summarize what has been analyzed until today, although some aspects still do not have conclusive tests.
The competition of the sperm appears when the sperm of two or most male are present in the reproductive tract of a woman in a short period of time that allows them to compete in order to fertilize the egg first.
There are some evidences and tests:
The size of the testicles: it is intermediate in the man in comparison with other primates, which reveals an intermediate level of infidelity of females.
Ejaculate adjustment: men can adjust the number of sperm before ejaculating like function of the risk of competition with the one of a rival. This has been demonstrated for example when a man spends long time away of his mate.
Displacement of semen: it seems that the penis has a form that helps to sweep semen that was in the tract of its female, a characteristic verified in other species. The glans would have this function.
Sexual arousal: the man is excited more when he observes several men copulating or trying to copulate with a woman than when he see several women with a single man.
Forced Copulation: it has been appellant that when a man feels that his mate deceive him, tries to mate with her. He thrusts his penis more vigorous.
An exciting subject that as says Shackelford it is being more investigated today. In addition, it is necessary to recognize that females are not passive receivers of semen but must have developed its own strategies to retain the best semen.
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